viernes, 24 de julio de 2009

(Sin título) - Wittig


En este infierno dorado adorado negro despídete m/i muy hermosa m/i muy fuerte m/i muy indomable m/i muy sabia m/i muy feroz m/i muy dulce m/i muy amada, de lo que ellas llaman el afecto la ternura o el gracioso abandono. Lo que aquí ha sucedido, ninguna lo ignora, no tiene hasta ahora nombre; que ellas lo busquen si tienen absoluta necesidad, que se lancen a un asalto de hermosas rivalidades, del cual y/o m/e desintereso casi completamente mientras que tú puedes con voz de sirena suplicarle a alguna de brillantes rodillas que acuda en tu ayuda. Pero, lo sabes, ninguna podrá soportar verte con los ojos revulsionados los párpados recortados tus intestinos amarillos humeantes extendidos en las palmas de tus manos tu lengua escupida fuera de tu boca los largos hilillos verdes de tu bilis deslizándose sobre tus senos, ni una podrá soportar el oír tu risa baja frenética insistente. El estallido de tus dientes tu alegría tu dolor la vida secreta de tus vísceras tu sangre tus arterias tus venas tus huecos habitáculos tus órganos tus nervios su estallido su brote la muerte la lenta descomposición la peste la devoración por los gusanos tu cráneo abierto, todo le será de igual modo insoportable.