En la Recoleta, Buenos Aires
Mar de oídos atentos, ¿qué te dice la piedra?
Yaces sobre las tumbas, colectora de nombres,
trémula cuando el viento vesperal te despierta
para indagar tus manos y quitarles las voces
que minuciosa juntas, sigilosa de tiempo,
guardiana de los diálogos y los turbios adioses.
Sobre las tumbas vela tu solitario sueño,
oh madre de las lenguas, oh estremecida hiedra
donde se va juntando la noche de los muertos--
En vano te reclaman los juegos de la lluvia;
las fuentes de la luz y las diurnas estatuas
te han esperado tanto para darse desnudas,
mientras tú, recogida, habitas en las lápidas.
2 comentarios:
Maestro, ¡cuánta magia para unir las palabras!
hermoso
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